digo lo mismo. JULIAN.- ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! Pero eso no es lenguaje cifrado. Lo entiende todo el mundo. ¿Quién se ama más en Florencia? Y las piedras de Florencia responden a coro: «¡Guillermo y Blanca! ¡Blanca y Guillermo!». No, eso no sirve. Lo bueno de los mensajes es que haya alguien que no los entienda