melo caída.) JOSE.- ¡Un momento!... ¿Qué estamos haciendo? ¿Escuchar, llenos de admiración, el panegírico de un delincuente? ¿Los vamos a santificar ahora? MIGUEL.- Lo único que pretendo es aclararos por qué le debéis al Barbas y no a mí el no estar ahora mismo en un calabozo. CHUS.- Pobre tío... JOSE.- (Encarándose con Chus, furioso.) ¿Pobre tío? ¡La