que revivo como si aún estuviera inmerso en ellas, las noches frías de invierno, tibias de primavera, en que toda la familia se recogía bajo la luz cobriza de un candil en espera de que el canto del gallo nos trajera un nuevo día y mejorfortuna.Mipadreliabacabizbajosuspitillos de estiércol seco, incapaz de hablar después de haber pasado ocho horas cantando el "Cara al Sol" a la puerta de la Delegación de Obras Púbicas en un vano