. Yo la aborrecía y ella, desde que se hizo responsable de mi preparación espiritual, me juzgaba con una dureza implacable. Yo le respondía gritandole irritada aquellas palabras que me parecieran más escandalosas para ella y para mamá. Pues sabía que enseguida lainformabademiconducta,indisponiéndola siempre contra mí. Una vez me dijo: "Tu madre se va a morir si continúas haciendola sufrir de esta manera." Ante mi silencio, añadió: "¿Es que no la quieres ?". "¡No!