estos lujos. Cómo me lo reprocharía el señor Conde: te estás haciendo vieja, gran Pippon. ¡Ay, no, no...! BLANCHE.- Hipócrita. ¿Y quién se lo va a contar? Nollegaavertedosvecesalañolosdíasqueresideen esta casa. PIPPON.- Dejemos que se divierta en París con aquellas mujeres calientes, entre las llamas del infierno. BLANCHE.- Es la primera vez que te escucho denostar