Me intrigan esos reproches al buen Dios. Dices verdaderas blasfemias. Algo muy grave te ha debido pasar que te ha vuelto mala. ZOÉ.- Me he convertido en zorra. ANAIS.- Por favor, querida, sé discreta. No eches lodosobretudestino.¿Preferiríasserfeayvivirenel anónimo, sin otra ilusión que las palizas de un hombre que te quiere honestamente? ZOÉ.- No te imaginas lo que es. Claro, es imposible