cuarto de hora. Lo contaremos por el reloj de arena para no confundirnos más. ¿Estáis de acuerdo? ((Se dirige a un mueble, sobre el que figura un antiguo «sablier», al que da la vuelta.)) Estasvelasnostienenquedurar,pornecesidad, cinco días. Hasta entonces no contaremos con otras. BLANCHE.- No las quiero. Aprovechalas tú, Pippon. PIPPON.- No deseo dejarme tentar por estos lujos.