abominación ante el mundo. Pero siento unos deseos irreprimibles de enseñár, de que compruebes lo increíble, de pedirte un socorro inútil. Has de entender mi confusión y mi profunda soledad. Porque --ya lo sé por mi triste experiencia--unraboesloquemásnosaísladela sociedad de los humanos. ANAIS.- Bueno, Zoé, si fuera verdad lo que dices, yo comprendo que un rabo aísle y que te sientas sola. Pero,