MIGUEL.- (Como reivindicando el nombre.) El Barbas. RAFA.- Bueno, pues el Barbas. Estoy seguro de que no hubiera querido que éste se le acabase pareciendo, sino parecerse a él, precisamente. MIGUEL.-(Educadamente.)Osfelicitoatodospordigerir tan bien. Pero como sólo acepté la invitación para transmitiros lo que creí que serían los deseos del Barbas, cumplido el encargo me vais a disculpar. JUAN