vais a disculpar. JUAN.- Espera, ¿dónde vas?... No has podido venir en coche, con ese brazo. MIGUEL.- Claro que no. Además, ya no tengo coche. Ya no estoy en casa. No me gusta la manera que tienen de enfrentarsealosproblemas. JUAN.- Pues más a mi favor, ¿cómo te vas a ir tú solo a estas horas? (Rafa avanza decididamente hacia Miguel, que ha vuelto a alcanzar la puerta, y presiona solidariamente su