no es cierto? Su deuda está saldada. JUAN.- Exacto. ERNESTO.- (Sin comprender.) ¿Pero qué ha hecho? JAVIER.- Yo me he divertido durante un año con su mujer y, en represalia, él ha conseguido que nuestras mujeres sediviertanunatemporadaconél. JULIA.- Bueno, bueno, mucho no, la verdad. ERNESTO.- (Desconcertado, sin llegar a creer en la posibilidad de salir tan bien librado.) ¡Ah, eso!... ¿Le basta