, precisamente ése que lleva en el bolsillo. (Como un autómata, Juan extrae el collar de diamantes y esmeraldas.) Sí, ése. Se lo supo ganar. Si ella se empeñaba, se lo aseguro, era difícil negarle nada. (Aparentementetranquilo,Juandepositaelcollarsobre una mesa.) JUAN.- No le creo. Todo es mentira. Se lo devuelvo. Se lo dejo aquí. JAVIER.- Olvidelo. ¡Salga