que hacer daño! ¡Daño! ¡Daño! GABRIELA.- Elegíste el método más agradable. Si tu mujer lo supiera, estaría encantada. JUAN.- Contigo fue diferente. No fingía. Sentía ternura y... GABRIELA.-(Irritada.)¡Yonopidoternura!¡Nipiedad! ¡Quiero deseo! ¡Ver deseo en los ojos de un hombre! Para que te enteres, me obsesionaba la idea de follar antes de conocerte. Hubiera aceptado al primero que me lo