transforma en un trepidante «vaudevil». Yo tengo una nueva compañera, él entra en el chalet utilizando el llavín de su esposa y descubre a una mujer acostada que me espera en una habitación en penumbra. La confunde con mi esposa y decide pagarme con la mismamonedaocupandomipuesto. JULIA.- ¡Fantástico! Dejame adivinar el nombre de la dama yacente en la oscuridad... MATILDE.- (Adelantandose provocadoramente.) Yo, yo.