se con agrado mientras se conversa de cosas intrascendentes. Se alza lentamente el telón. El escenario está en penumbra, ya que su única iluminación proviene de la terraza. Al contraluz del ventanal distinguimos las siluetas inmóviles --como figuras en un Museo de Cera-- de los personajes queparticipanenlapresentehistoria,conexcepción de Juan. Ellos, los dos hombres, irán impecablemente vestidos de smoking. Las damas, con trajes de noche, creaciones de modistos renombrados. Tanto