No. Lo estupendo es querer. Cuando estás acostumbrado a querer y, de pronto, ya no puedes, te quedas vacío. Se acabó. Ya no te importa nada. GABRIELA.- Esta noche, cuando supe que estabas aquí,creíqueveníasabuscarme.Asaltabaselcastillo donde estaba prisionera tu dama... ¡Qué ingenua! ¿No? JUAN.- Lo siento. Es lo que quería decirte, que lo siento. GABRIELA.-