. Era mi profesora la que hablaba a media voz con tía Elisa. Doña Rosaura, casi vieja, tan mayor como mi tía, no solía interesarse por los chismes que corrían por la ciudad, entonces sólo un pueblo grande. Era una mujer serena y bondadosa. Jamás mostrómalevolenciaalgunahacialosotros.Quizáspor eso me impresionaron tanto las palabras que pude escuchar de aquella conversación que ellas mantenían creyendose a solas: --No puedo creer en semejantes supersticiones
SUR:065.10
MOSTRAR.2 - Hacer patente [un sentimiento o estado]. Manifestar