que le comunicara a Agustina que no ibas a cenar. Y te despedíste de mí como si aquella fuera una noche cualquiera. Horas más tarde me desperté con los gritos de mamá llamandote. Decía haber oído un disparo. Sólo uno. Yo supeenseguidaquehabíasmuerto.Salieronabuscarte varias veces. Pero la lluvia, la oscuridad y el miedo les impidieron encontrarte. Al amanecer trajeron tu cuerpo sin vida. Te habías disparado un tiro