tres kilómetros de la ciudad. Yo no dejaba pasar ninguna oportunidad de salir al exterior, pues estaba cansada de apostarme en la cancela y, a través de sus barrotes, contemplar la carretera, casi siempre vacía. Allí fuera empezaba el mundo, donde yo imaginaba quepodríanocurrirlascosasmásextraordinarias. Claro que sólo conseguía ver las manadas de toros que pasaban con frecuencia, levantando una nube de polvo que los envolvía, y haciendo temblar la tierra bajo los
SUR:055.04
OCURRIRI - Suceder. Producirse espontáneamente un suceso