acaba de entrar Gatina.) ¡Eh, tú, loro! ¡Sal de una vez si no quieres que te saque yo por el plumero! GATINA.- (Tristísima.) ¡Se..., señor! LEONCIO.- ¿Qué pasa? GATINA.-(Rompiendoenllanto.)¡Quédesgracia,señor! ¡Ay, ay, qué desgraciadita soy! LEONCIO.- ¿Quieres explicarte de una vez? GATINA.- ¡Me he quedado sola, solita en el mundo!