los troncos de los árboles más próximos. Y temblaban, sí: tembló la Hembra de Gorrión, tembló el Pájaro Carpintero, tembló la Mosca Violinista y tembló la Rana Sabia. Todos temblaron al ver cómo el vil León separócasialladodeellos,ycómo,rendidoporel sofocante calor, se tumbó allí mismo. Pasaron unos segundos tensos, angustiosos. Al fin, sobreponiéndose todos ellos a lo que, sin lugar a dudas, era ya miedo,
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RENDIRI - Dejar de oponer resistencia en una lucha o competición