por El Peluche, que ahora exclama viendole escapar:) ¡Huye, huye!, ¡ya te agarraré! ¡Juro que romperé el garrote en tus costillas! (Para sí.) ¡A mí con ositos, je, je,je!¡NohayquiénpuedaconPeluche«ElGrande»! (Yendo hacia Maristel, muy melifluo ahora.) ¡Hemos asustado a mi niña! ¡Casi le doy con el garrotito! (Desamordazándola.) ¡Pobrecita mía!