) ¿No hay nadie aquí? Nadie, no hay nadie (Relamiéndose), ¡estamos solitos tú y yo! MARISTEL.- ¡Y la Maquinita! PELUCHE.- Sí, es verdad, ¡y mi Maquinita! ¿Quieres oírlapitar?¡VeráscómopitamiMaquinita!(AlaMaquinita.) Pita, pita, Maquinita, pita bien, que te oiga cómo pitas Maristel. (Los dos se quedan a la expectativa, esperando