que rebuzna dolorido. Al mismo tiempo exclama:) LEONCIO.- ¡Maldición, sigue cerrada! ¡Esa estúpida me ha cogido miedo! (Loristo, saliendo sigilosamente del hueco del árbol, intenta escapar; pero ya dado el primer paso le vienen ganasdeestornudar.Separasujetandoselanarizcon el dedo. Al fin, sin poder evitarlo, estornuda y se esconde rapidísimo donde estaba. Leoncio se vuelve hacia el árbol preguntando.) ¿Quién