el mejor para urdir la trampa que se ha de llevar al fiero Leoncio por la larga, larguísima Cuesta de Nunca Parar. Y a ti, a Gatina y a mí, a la libertad. ¿Lo dudas? BURROTE.- Pues sí. LORISTO.-Nodebesdudar: ¡No hay como las gatas para enamorar! BURROTE.- ¡Que el señor de los burros te oiga! LORISTO.- ¡El señor de los loros me oirá!