de tal autoridad -y, por tanto, la sustancial incompatibilidad entre el catolicismo y el liberalismo- que el hecho de que él encuentre en mi artículo anticlericalismo, divorcismo y hasta un "esfuerzo", según sus palabras, "porromperelclimadediálogo"queéldesearíaparalaspáginasde este periódico, a la vez que no acierta a vislumbrar entre las líneas de mi texto ni la sombra fugaz de una cuestión, de un problema, de un asunto. Si le resulta que yo rompo el clima de diálogo, tal vez se deba precisamente a