la perfecta santidad no sólo como máscara, sino también como semblante natural, pues la fábula nos enseña al mismo tiempo cómo la santidad no yace como un depósito en el ser, sino que vive como un aliento en el obrar. Excusandolamejoropeorfortunaconqueesdesarrolladaensu teatro, la concepción del albedrío encontró, sin duda, su imagen más feliz y más fecunda en don Pedro Calderón: el albedrío, la verdadera libertad que elige e inventa -sea cual fuere en el hombre su medida-,
RAT:278.22
DESARROLLAR.3 - Tener lugar [un evento o proceso]. Producirse