distendida de habitantes comporta un cambio en la propia razón de ser de la ciudad. Es cierto que estos antiguos y en cierta medida actuales cantineros de una guarnición han tenido una vida cotidiana y se han configurado en una comunidad humanamente paradójica y anómala. Que no son habitantes británicos puededemostrarsedeestamanera:unapersonaquiereliquidarsusbienes; como es tradicional, la vaca está adscrita a la hacienda, pero el perro está adscrito a la persona; sin embargo, no todos tienen perro, y alguien podría ignorar tal circunstancia; entonces es cuando el liquidador le advertirá: