ERNESTO.- ¿Sin resquemores? JAVIER.- Ninguno. ERNESTO.- Te quiero. Nunca sabrás cuánto te quiero. JAVIER.- Es cierto. Ni siquiera podemos saber cosas tan sencillas como ésa. (Ramón ya ha hecho mutis y Ernesto sale también. Adela haavanzadohastaprimertérmino.Enciendeuncigarrillo.) Estoy algo mareado, pero me gustaría beber otro poco. ¿Me dejas? ADELA.- No creo que debas hacerlo. JAVIER