disimulan su alegría.) ERNESTO.- ¡Es ella! JAVIER.- ¡Adi! ¡Ya está ahí! ERNESTO.- ¡Ha llegado! JAVIER.- ¡Vamos a recibirla! ¡Los tres! (Siguesonandoelclaxon.ErnestoyJavierseapresurana salir por el ventanal. Indeciso, después de mirar a su padre, Ramón acaba por seguirles sin entusiasmo. Con anterioridad habrá aparecido Emilia. Emocionada, se despoja del delantal