era Mozart, ni tan deslumbrante como Erni, ni tan espiritual como Moncho o tan inteligente como Javier... Yo sólo era una chica y no podía competir con los hombres. (Se ha acercado a su padre. Le coge una mano y se la besa.) ¡Teadmirabatanto,papá!Erascomoundiosquepedíaslo mejor, destacar en todo, vencer... A mis hermanos les exigías, les acuciabas, te enfadabas cuando no eran lo suficientemente buenos... Pero a mí no. Yo nunca te hice concebir esperanzas.