de la tuya. JAVIER.- En fin... Es de noche. Ha pasado el primer día de nuestro compromiso familiar. ADELA.- Yo no estoy aquí por compromiso. He deseado Venir. RAMON.- Claro. Y todos. JAVIER.-Quizádeberíamossaliracazarvampiros.¿Os acordáis? Arrojábamos una boina al aire y los murciélagos se lanzaban contra ella. Atrapábamos uno o dos de cada veinte lanzamientos. Los sujetábamos con miedo y asco con las alas