un largo infierno que, sin embargo, olvidaba con las primeras luces de la mañana. Un día decidí buscar ayuda en Juana. Me aposté tras la cancela llena de temores; pues si bien ella era mi amiga, también era la hermana de Bene. Además, me había mentidoyatantasveces...Perosihabíaalguienquesupiera algo sobre las actuales relaciones entre Bene y el gitano, era ella, al menos eso creía yo. Claro que también sabía lo difícil que me iba a resultar deslindar, en sus