Señor comisario, después de rumiar sus ponderadas palabras, estoy convencido de que tiene toda la razón. Ahora mismo emprendo el regreso al manicomio. Que usted lo pase bien. Le oí gritar algo, quizá porque dudaba de mi sinceridad, peronolehiceelmenorcaso.Colguéel teléfono, desplegué el periódico de par en par y me sumergí de nuevo en el tráfago bullanguero de la ciudad. La misteriosa desaparición del señor Ministro y las dudas que sobre su
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COLGAR.2 - Colocar [el auricular del teléfono] en su sitio para cortar la comunicación