reflejos para conducir a ciento ochenta... Te aseguro que funciono a pleno rendimiento, como a los veinte. EDUARDO.- ¿Te refieres con las mujeres? ADELA.- ¡Por supuesto que sí! ERNESTO.- No concretamente. Pero sí, también con ellas. Nonotoladiferencia. EDUARDO.- Tú quizá no, pero ellas sí, hijo mío, ellas lo notan todo. Cuando una jovencita ponga los ojos en blanco y te diga: «¡Ay!... Ha sido mejor que con cualquier joven...»