con mellizos... (Ernesto ríe.) Cosas así. EDUARDO.- ¡No digas tonterías! Siempre has tenido una salud de hierro. ¡A ti no puede ocurrirte nada! EMILIA.- ¡Qué tranquilidad! A mí no puede ocurrirme nadaporquenoteconviene.Aotraspersonassí,peroamí, ¡imposible! ¿Cómo te iba a hacer una faena así? ERNESTO.- (Que ha estado escuchando mientras bebía su café.) Mamá tiene razón. Es un riesgo absurdo que sigáis aquí