que te disgustaban y que te obligaron a prescindir de mí. EDUARDO.- Nadie prescindió de ti. Tú te marchaste de casa, primero para estudiar algo que nunca acabarías y luego para casarte. ADELA.- Cierto. Mi primer matrimonio fue un salvavidas paraintentarmantenermeaflote.Mehundímás.Desdelos diez años, nunca escuché una palabra tuya de aliento, papá, no recuerdo una mirada tuya de aprobación, papá, ni un comentario elogioso por algo que yo hubiera hecho, papá. ¡Y
CIN:060.02
MANTENERI.1 - Continuar [algo o alguien] en una determinada forma o situación