compañero te frota la espalda. EMILIA.- ¡Hija, qué ganga! ¡Cómo se ve que vas por libre y que puedes exigir! Mi hora buena era por la tarde, a eso de las siete, pero como tu padre nunca estaba en casa, tenía que fastidiarme.Ahora,alassiete,tesuelenponerunepisodiovía satélite y es más llevadero, pero en mi epoca sólo contabas con la radio y la voz aterciopelada de Frank Sinatra. ¡Era horrible!