, remiso en el hablar y tan bizarro a la hora de repartir castañas que aun en aquel vecindario de hombres fajados y pendencieros se hizo pronto acreedor a un respecto casi reverencial y se ganó el sobrenombre, por lo demás incomprensible, de don Froilán de los Mocos, aunque seapellidabacomoyahedichoysunombredepila era Tancredo, si la memoria me es fiel. No más de siete u ocho años debía de contar yo cuando hizo su aparición en nuestras vidas este formidable personaje,
LAB:168.12
APELLIDAR - Atribuir o tener atribuido un apellido