.) «Tariro, tariro...» (De pronto aparece en la puerta del cuarto Jaimito con la ropa de policía de Alberto a medio poner, pistola en mano apuntando nerviosísimo.) JAIMITO.- ¡Manos arriba! ¡Aquí la policía! ¡Os mato siosmovéis!¡Arribalasmanos!¡Arribalasmanosahora mismo, y suelta eso! ¡Y tú! ¡Drogadictos, a la comisaría los dos, y a la cárcel! ¿Es que no oís? Cuento tres y disparo: ¡Una, dos y tres!