Con toda certeza. --¿Observó algún detalle significativo? ¿Vio si venían en coche? ¿Anotó la matrícula? El vejete se rascó las tres canas y acabó mirando a la Emilia con expresión desconsolada. --La verdad es que no puedo decirles más. Yo queríaayudarlesyyaveoquenolesheservidopara nada. Lo único que he logrado es ponerme en evidencia y ya no volverá usted a pasearse por la casa como solía. Y aunque lo hiciera, ya no sería lo mismo. En