sin embargo, su presencia dejó de ser novedad. Mi padre no estaba nunca en casa, así que no tenía motivos de queja. A mi madre la oíamos gritar y gemir varias veces al día, lo que nos entristeció al principio, hasta que descubrimos que eljaleoquearmabanoloprovocabalacontrariedad, sino los revolcones que se daba con su primo. En cuanto a mi hermana Cándida, que siempre ha sido de muy generosa disposición, no bien hubo superado
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ARMARIII - Producir o promover un tipo de actividad