- ¡No! Con la tuya, como has hecho siempre. Y que ella se adapte, que corra a tu lado para seguir tu paso. ¿Has intentado comprender que hay otra clase de amor muy distinto a esa caricatura que tu le ofreces? En el tuyo nocabelaternura,niladelicadeza,nilasensibilidad...ni siquiera el respeto de un ser a otro... VICTOR.- Tu solo la respetas en apariencia. Su partido, su iglesia...eres tú. Tu paz es la gran trampa con la que la