con mi religión, mi piedad y mi moral. Estaba firmemente convencida de que no existía otra verdad ni otro dogma que el mío. MIRIAM.- Con tanto reflexionar y analizar las cosas sólo consigues amargarte la vida. BERTA.-Undíaempecéasentirmemuyatraídaporuna alumna de los últimos cursos, a la que tampoco yo le era indiferente... Pero yo quería ser mejor y más recta que los demás. En realidad sólo deseaba castigarme a mi misma,