(Cuelga.) (Teo cambia de actitud. Se abrocha el pantalón con cierta precipitación.) (En voz un poco más baja.) ¡Hay que pirarse! ANA.- ¿Por qué? TEO.- Están haciendo una redada aprovechando elestadodeexcepción.Recomiendannodormiren casa. ANA.- Entonces, los que golpeaban la puerta... TEO.- Eran compañeros que querían avisarnos. La cosa va en serio. (Ana se