muy agradecida por la porción de pastel de boda que le habían mandado. Se bebieron la botella entera con dos largas tragantadas, pero siguieron impávidos. "Estaban pasmados --me dijo Clotilde Armenta--, y ya no podían levantar presión niconpetróleodelámpara."Luegosequitaronlas chaquetas de paño, las colgaron con mucho cuidado en el espaldar de las sillas, y pidieron otra botella. Tenían la camisa sucia de sudor seco y una barba del día anterior
CRO:058.12
QUITARI.1a - Dejar de vestir [lo que se lleva puesto]