abuelo. ANA.- No me gusta que pase tanto tiempo con tu padre. TEO.- ¿Por qué? ANA.- Le llena el coco de historias. Ya tiene ocho años. TEO.- Las mismas que me contó a mí. Y a mí me divertían. ANA.- Además, casi no le veo. TEO.- Eso es cosa tuya. Te pasas el día en la calle. ANA.- Hay que hacer algo,