la casa habían sido comprados por la esposa en toda una vida de sacrificios, y que para él seguían siendo como parte de ella. "Hablaba con el alma en la mano --me dijo el doctor Dionisio Iguarán, que estaba jugando con ellos--.Yoestabaseguroquepreferíamorirseantes que vender una casa donde había sido feliz durante más de treinta años."También Bayardo San Román comprendió sus razones. --De acuerdo --dijo--. Entonces venda