- no fue sino "¡Castilla, Castilla por el rey Don Fernando y por la reina Doña Isabel, su mujer, propietaria de estos reinos!", voz, como puede observarse, sumamente extraña para quien, como nosotros, esté al cabo de todo lo que ocurriódespués-incluidalainefableescenadelaspalmaditasdeDon Fernando al duque de Nájera a raíz de la muerte de Isabel-, pero que no debe en absoluto preocupar a nadie, porque la propia Isabel se iba a encargar de que el equívoco no llegase a durar ni un cuarto de hora. Y, en
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OCURRIRI - Suceder. Producirse espontáneamente un suceso