Texto contextualizado: |
una osamenta hasta sacarle las más recónditas partículas de tuétano y el último y mínimo filamento de carne- logró separar la idea de Francia de cuanto el nombre Francia connotaba de concreto y de mortal, hasta hacer de tal nombre la abstracción pura y absoluta que la creación del Estado requería. Richelieu nos suscita la misma admiración que el instrumento funcionalmente perfecto, infaliblemente eficaz, al margen de sus fines, así se trate de una máquina de meter hombres por la tolva y sacarlos hechos morcilla por el otro extremo. ¿Seguirá el Occidente empecinado |
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